This Boy...#15O
-Extrañaré
a los muchachos, se convirtieron en mis mejores amigos y ahora las cosas no
serán iguales. Mandé al carajo a Jimmy y los demás por estos tipos- comentaba
Oliver recostado en su cama, yo estaba a un lado suyo.
-Cierto,
¿Qué habría sido de ellos?
-Ni
idea, tampoco pasaré mis días pensando en eso, me concentraré en lo que viene,
por fortuna tengo amigos en la escuela y a Chlöe, es lo único que me queda ya
que tú también te irás ¿Verdad?
-Así
es pequeño...
-¿Cuándo?
-Muy
pronto
-¿Qué
día?
-¿En
verdad quieres hablar de eso?
-Quiero
estar listo Alison
-La
siguiente semana, supongo que sólo días después de que partan los chicos.
-¿Y
se los has comentado?
-¿Tiene
caso ahora?
-Creo
que no.
-Oliver-
dije recargándome en su pecho-te extrañaré ¿Qué haré sin ti?
-No
tengo idea, es la misma duda que tengo, me acostumbré a ti, hemos crecido en
ciertos aspectos juntos.
-Me
escribirás todos los días ¿cierto?
-Absolutamente,
todos desde el momento en que sepa tu dirección. Tú podrías telefonearme de vez
en cuando.
-Oh
créeme que lo haré- él me despeinó y después me abrazó, nos desvelamos fumando
y escuchando música, al final llevé mis cobijas y almohadas para dormir ahí con
él, me sentía tremendamente triste, pero seguía con la filosofía de que así es
la vida y uno debe enfrentarse a estas situaciones frecuentemente y sin
excepción alguna.
Esos
días que me quedaban en Liverpool parecían jornadas de trabajo planeando cosas
con mi madre sobre nuestra salida, haciendo mucho papeleo, yendo y viniendo y
para estar un poco distraída de tan tortuosa tarea le pedí que Oliver estuviera
con nosotras y ella encantada aceptó. Después pasaba tiempo con mi padre y su
nueva mujer, también solicitaba la presencia de Oliver y al finalizar la rutina
los puntos de reunión eran las casas de nuestros amigos próximos a irse y ése
sábado John, George y Paul confirmaron su asistencia y el único que faltaba era
Stuart y en lo que esperábamos al pálido amigo, Paul se desahogaba ya que tal y
como lo había previsto, Sofía decidió terminar, sin embargo ella barajó la
posibilidad de reanudar lo que tenían dependiendo la actitud que éste tuviese
durante su estancia allá, es decir, qué tanto interés tenía él pese a la
distancia y comprendí que ella quería hacerlo sufrir de cualquier manera para
pagar por lo que le hacía y me parecía un tanto cómico ya que Sofi siempre se
salía con la suya. Lennon tenía un panorama mejor pintado...
Michelle
los acompañaría durante la primera semana que ellos pasaran en Alemania ya que
se irían por un año entero y buscaría la manera de tener esporádicas visitas
entre las vacaciones de la escuela y teniendo ese asunto arreglado, él se
sentía convencido de que no había de qué preocuparse. George estaba en
silencio, como normalmente permanecía, pero al notar que Paul y él hacían
algunos planes me pidió que lo acompañara un momento al patio trasero para
poder platicar.
-Quisiera
saber, señorita, qué piensa usted de todo esto- decía divertido
-Pensé
que había quedado claro que apoyo totalmente la causa- contesté riendo
-Pero
aún tengo dudas. ¿Nos extrañarás?
-Es
obvio Harrison, los quiero muchísimo
-Quizá
podrías ir a vernos como lo planea Michelle
-Sería
bueno... pero recuerda que mis padres están de nuevo en mi vida, ya no me
mandaré sola- plantee con una sonrisa
-Tienes
razón. Alison, te extrañaré, siempre pensaré en ti de la manera en que ya te expliqué,
espero que nunca dejes de quererme de una manera especial, aunque sea poquito
ese tipo de afecto que aún me tengas.
-George-
dije entre risas- ¿en verdad dudas que eso algún día desaparezca?
-Uno
nunca sabe. No es verdad Alison, yo sé que siempre seremos muy buenos amigos y
eso me alegra demasiado, además, un año pasará volando aunque quizá haya cosas
que cambien.
-Como
todo en la vida George, no hay de qué preocuparse.
-Extrañaré
esto de ti Alison, no tenerlo a diario como todos nos acostumbramos.
-Ya
pasará, no hagas drama.
-Déjame
sufrir un poco por ti- dijo riendo y yo le seguí.
-Te
quiero mucho Harrison- lo abracé y él me devolvió esa muestra de afecto, besó
mi cabeza y me dio una caricia. Esos ojos marrones, esa sonrisa pícara y ladeada,
sus enormes dientes y grandes orejas... lo tenía todo bien memorizado, ¿cómo
suponía que lo olvidaría?.
Pronto llegó Stuart serio pero tranquilo, comenzaron la discusión con
Oliver y conmigo en la sala para al final oírlo decir “¿Qué día partimos?” y
John en seguida se le lanzó y lo abrazó y juró que de no ser embarazoso lo
habría besado; Paul y George celebraron la decisión y ahora sí, abiertamente,
mostraban su verdadero entusiasmo. Yo sentí morirme por dentro, se deshizo toda
esperanza dentro de mí, se me derritió el corazón pero intenté ser fuerte, muy
fuerte, ellos estaban felices y Stuart pudo tomar esa decisión con
determinación, entonces yo podía hacer lo mismo que al fin y al cabo, también
estaba por irme. En lo que ellos y Oliver celebraban yo decidí apartarme, salí
a fumar un cigarrillo y suspirar profundamente, rascando en todos mis rincones
por permanecer firme, segura y con la mejor de las disposiciones...
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