This Boy...#149


Y de pronto recordé una ocasión cuando Stuart y yo discutimos (cuando nos llevábamos mal) y sugirió que mis padres se avergonzaban de mí, en ese momento si estuviera presente le diría “Ja, en tu maldita cara”...

La tarde transcurrió entre pláticas donde mis padres recordaron el momento en que comenzaron a darse cuenta de que el matrimonio no duraría más, vinieron reclamos y explicaciones y a final de cuentas las disculpas; el verlos pedirse perdón, ver a mi padre tomar la mano de mi madre con ternura y después darle un beso en la mejilla me alentó a dejar todo atrás, finalmente nadie entiende a los adultos y ellos estaban dispuestos a hacer las cosas bien por mí.
Me platicaron sus planes personales y en muchos me tenían presente, les pedí que fueran a casa de mis tíos para que convivieran con ellos y les dieran las gracias por mantenerme estable durante todos estos meses y así lo hicieron. El resto del día fue completamente familiar, Oliver se sentía feliz por mí al igual que mis tíos y todos ahí la estaban pasando realmente bien, incluso yo. Al finalizar ya bien entrada la madrugada, tal visita que terminaría en fiesta, mi padre se fue a su casa y mi mamá fue a su hotel, previamente invitándome a pasar la noche con ella y sin pensarlo acepté; llevé una maleta pequeña y cuando llegamos platicamos más, tomamos té y me ayudó a cepillar mi cabello antes de dormir. El siguiente día estuve toda la mañana y gran parte de la tarde con ella, haciendo compras, yendo a museos y recitales, algunas cosas estaban demás pero ella quería pasar todo el tiempo que le fuera posible conmigo y yo ya no tenía deseos de huir de su lado, no sabía qué demonios le había sucedido, pero me gustaba su nueva versión. Para la tarde-noche le pedí me dejara ir a casa de Oliver y ella fue a casa de una amiga suya, yo no sabía que esa tarde Lennon dejaría caer una bomba sobre todos nosotros con un arranque de emoción y deseo de aventura.
Cuando entré a casa de Oliver los chicos estaban ahí, incluso Michelle a quien saludé sonriente, preguntaron dónde había estado esos días y les di un resumen de lo acontecido, se sentían alegres por mí; los escuchamos tocar una vez más y al término del ensayo, Lennon comenzó con lo suyo.
-Chicos, hay algo que quiero platicar con ustedes, es bastante serio- todos lo miramos sin entender de qué hablaba y era muy extraño un semblante sobrio en John.
-¿Ahora qué hiciste?- preguntó Paul
-No se trata de mí, de la banda en sí. Seré directo: Ringo nos invitó para ir con él y su banda a Alemania.
-¡¿QUÉ?!- gritamos en un coro que ni la iglesia tenía
-Sí, hablé con Allan, este tipo que nos ha conseguido las tocadas, se ofreció para ir con nosotros y solventar algunos gastos del viaje en tren y barco. Respecto a la paga es bastante buena pero la estancia sigue siendo una incógnita, yo pienso que deberíamos aprovechar esta oportunidad, sería una aportación casi curricular a la banda ahora que estamos tocando en más sitios. Si no nos enfrentamos a nuevas audiencias y distintas situaciones, jamás sabremos si en verdad estamos hechos para dedicarnos a esto- A todos estaba por estallarnos la cabeza...
-John Hamburgo es...
-Un sitio peligroso, lo sé y lo comprendo bien Alison, pero si en verdad amamos esto, debemos intentarlo.-me contestó serio y más seguro de lo que cualquiera pudiera imaginar. Todos nos miramos entre nosotros y casi inmediatamente, dirigí mi mirada hacia Stuart quien miraba indeciso el suelo y rascaba su barbilla.
-Es una locura Lennon- dijo Michelle-¿Qué pretendes?
-Michelle sé cuál puede ser tu motivo para negarte pero quisiera sentirme apoyado...
-Deja de pensar sólo en ti John, tú te largas ¿Y yo?, ¡no sé qué tantas cosas puedan suceder por allá!
-Michelle...
-Olvídalo Lennon. Yo me voy- sentenció una muy molesta Michelle, yo salí atrás de ella y la encontré llorando en el patio, la acompañé a que tomara el bus de regreso a su casa y me abrazó por última vez. De regreso pensaba en el giro tan radical de esto, no se suponía que ellos se irían y yo pasaría días sufriendo su ausencia y anhelando tardes con ellos y muriendo de ganas por correr hasta Alemania, se supone que yo era quien tenía que partir esperando volver pronto. Pensé en Stuart quien seguramente debía sentirse ya para ese momento entre la espada y la pared, entendía que quería quedarse para intentar algo conmigo (tal vez) pero no podía negar que la oferta de estar lejos un tiempo y hacer algo que le apasionaba, le emocionaba. Me sentí aturdida, no quería estar pensando de ese modo aprehensivo en Stuart y no debía frustrar una buena oportunidad.
-Oliver podrías venir con nosotros aunque ya no toques desde hace tiempo, podrías seguir grabando las pistas- invitó John entre la discusión.
-Gracias John, aprecio mucho que me tengas en cuenta, pero mi atención está en la escuela y quizá tenga una especie de estancia en la universidad de arquitectura de Londres, que es mi verdadero interés.- contestaba muy pasivo mi primo y en verdad agradecido.
-¿Estás seguro?
-Demasiado
-Bien...-contestó John un tanto cabizbajo
-Yo pienso...-rompió el silencio Stuart-que... no sé qué tan prudente sea que yo viaje con ustedes, es decir, Allan siempre está discutiendo conmigo para echarme de una vez por todas de la banda y lo entiendo porque no sé tocar el bajo. Quizá deba quedarme, temo por arruinar una buena oportunidad para ustedes.
-Stuart no digas estupideces, eres una pieza importante de esta banda y así Allan deba cagar coágulos de lo que te plazca, tú no sales de esta banda.
-¿Cuándo parten?- preguntó Paul
-El lunes- nada dejaba de sorprendernos y parecernos tremendamente precipitado...
-Stuart, allá hay incluso una escuela de arte, podrías probar suerte ahí y también aprender cosas nuevas, tengo entendido que hay mucho que ver y que las personas son bastante interesantes y si recurrimos a los recientes hechos, pienso que realmente lo serán.
-¿Y si no nos quieren?- preguntó George
-A ellos ni siquiera les importará, tocaremos en un bar, la gente no cuestiona mucho. Va gente de distintas edades, salvo niños claro- John era tan insistente cuando algo se le metía en la cabeza y no cedería hasta lograrlo y en vista de que todos parecían dudar opté por ayudar un poco.
-¡Vamos! Ustedes no son así, si por algo me agradaron fue por ser unos chicos locos y atrevidos, verdaderos apasionados de la música, me desilusionaría mucho que dudaran y arruinaran esta gran oportunidad. Pueden planteárselo a sus familias y si ellos aceptan ¿por qué no? Imagínense como músicos.- John me miró alegre y agradecido, los demás sonrieron, mi discurso barato funcionó, pero quien parecía aún indeciso era Stuart, al mirarlo me dedicó una sonrisa triste y yo a él.
Cuando salieron de mi casa Harrison me abrazó y me dijo que no me preocupara que ellos no estaban muy felices de que nuestro grupo de amigos tuviera que separarse y además faltaba la autorización de sus padres, a lo cual nada tarda contesté que ellos siempre le decían sí a todo y él sonrió porque era verdad. Lennon en cambio me agradeció abrazándome y besando mi mejilla, dijo que no podía creer que tuviera esa postura pese a que se tratara de una pronta despedida, yo sólo encogí los hombros para decir “Las despedidas son comunes y fin tienen de volver”, él sonrió y se apresuró para ir en busca de Michelle y solucionar las cosas.
Paul por su parte seguía pensativo, él me dijo que no negaba que aquello sin duda le emocionaba, pero pensaba en Sofi, lo hacía con mucha insistencia y parecía estar sufriendo en serio, pensó en la posibilidad de invitarla pero él sabía que era una muchacha muy prudente y diría que no, por lo tanto esperaba que al final las cosas salieran bien para ambos, aunque yo de algún modo u otro ya sabía cuál sería la postura de mi amiga, tan decidida e irrevocable: terminaría la relación. Sufriría mucho, pero no ataría a alguien en una relación que se convertiría en ficción o un tedioso compromiso que inevitablemente terminaría por romperse. Paul seguramente sufriría aunque estaba segura que sin importar el distanciamiento, él seguiría luchando por su amor.
Salieron todos a excepción de Stuart quien estaba platicando el asunto con Oliver que era en quien más confiaba por ser de personalidades similares, al saber que mi primo era una persona razonable, sabía que él podía aconsejarlo de mejor manera y aunque la respuesta parecía no resolver de todo sus dudas, salió, me miró y me pidió que lo buscara al día siguiente, yo asentí y lo miré alejarse; Oliver y yo volvimos a casa y toda la noche hablamos del tema...

Comentarios

  1. Mmmmm puta madre... Me lleva la chingada. Stu se va a Alemania y a la mierda Alison por Astrid... Mierda!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario