This Boy... #143

Era beige e iba por encima de la rodilla, tenía tanto vuelo que el dar alguna vuelta dejaba al descubierto mis piernas. Usé medias de color natural que ayudaban a estilizar mis piernas, al igual que mi calzado pues usé unos T-Strap shoe con ese famoso tacón de no más ni menos de cinco centímetros, eran de un color salmón claro y encima usé un suéter largo sin botones color melocotón, también en una tonalidad baja, para que hiciera un poco de juego con los zapatos. Me perfumé y guardé en mi pequeño bolso color plata y correa de cadena, una bufanda lisa y larga en color blanco. Estaba lista.

-¡Ya quiero que Stuart me vea!- dije sonriente mientras me miraba en el espejo que quedaba en el pasillo cercano a la sala.

-¿Te has escuchado?- preguntó Oliver riéndose

-¿De qué hablas?

-¿Por qué la urgencia de que Stuart te vea?

-No seas tonto, sólo quiero presumir

-Seguro es eso

-Sigue especulando- dije en voz baja y acercándome a su oído-y le diré a tu madre dónde pasaste la noche- él explotó en carcajadas y yo me reí porque la amenaza no funcionó, más bien dio paso a más especulaciones suyas.

Pronto escucharía el timbre sonar, mi tía atendió y volvió a la sala por mí, me tomó del brazo y caminó junto conmigo hasta la entrada y en ese breve paseo me hizo unos cuantos comentarios sobre Stuart.

-Vaya que es guapo ese jovencito... ¿cómo me han dicho que se llama? Oh sí, Stuart. Tiene buen gusto dentro de la época, se ve que también le apasionan los tiempos pasados.

-Demasiado, tanto como a mí.

-Ay Alison, mi Alison querida, no deberías perder más el tiempo- dijo palmeando mi mando y mirándome con cierta picardía que no supe interpretar; me dejó frente a la puerta y me deseó suerte, para después sonreír cómplice y yo la miré con extrañeza. Respiré hondo y abrí bien aquella puerta entreabierta para descubrir a Stuart del otro lado, recargado en uno de los postes que sostenían el porche, con los pies cruzados y fumando un cigarrillo. Me quedé pasmada. Vestía un traje de doble botón y el saco era holgado como esos de finales de los ’20, era color pardo y su camisa en perla hacía juego con su moño color ocre rojo, pude vislumbrar unos tirantes debajo de ese hermoso saco del mismo color del moño y llevaba los infaltables Oxford, completamente cafés (de la punta el café parecía más quemado); al igual que yo, intentó en su peinado de lado un Marcel Wave, sólo que él no lo marcó tanto.

Sus facciones lucían un poco más marcadas y deduje que también recurrió al maquillaje, en él natural obviamente; usó un poco de sombra ocre (bajo) y le dio un ligero polvoreo a su cara ahora más pálida con el propósito de dramatizar su expresión tal y como lo hacían los actores...