Please Mr. Postman... #153

Hamburgo, Alemania. Agosto de 1960.

Con ciertas semanas de atraso, me imagino, les envío esta carta, creo que tardan cerca de un mes en llegar porque el servicio de correspondencia es tan malo, que se parece a Stuart tocando el bajo (no le digan, por favor).

Oliver, de-mo-nios... te extraño, estarías extasiado por acá, es una locura y es que uno ve cosas tan irreales... además hay muchas caras bonitas, casi todas las chicas son increíblemente bonitas, las hay también muy risueñas (ya sabes a qué me refiero), incluso las prostitutas son hermosas, salvo las viejas y feas que tienen cara de estar de malas todo el tiempo y nos insultan con ese idioma que apenas entendemos. Nos llaman Peedles o algo así y creo que es una vulgaridad.

Alison, pienso que también amarías estar aquí, conocerías ese ambiente caótico post-guerra que tanto te intriga y además pienso que no saldrías de los clubes musicales de la zona, St. Pauli es un sitio interesante y apestoso... Dios las calles son tan horribles en su mayoría que uno piensa que podrían mejorar sólo hasta el 3050 Después de Cristo y todos sus apóstoles.

Hay tres chicos que he notado que visitan nuestros clubes con frecuencia, digo clubes porque ya nos corrieron de uno, ahora estamos en el Top Ten y ellos vinieron hasta acá también, escuchan nuestro número y después se van, son muy raros no sólo por eso sino porque parecen vampiros, tienen una forma rara de vestir. Hay una chica entre esos tres que les cuento y es muy guapa y parece ser una chica interesante.

Por cierto, Michelle apenas y soportó una semana, cuando volvió a su casa y la llamé me dijo que valoraba más el sitio donde dormía y que se la pensaría dos veces para venir en vacaciones, qué lista ¿no creen?.

En fin, les envío una foto que nos tomó Stuart quien se ha estado reponiendo de algo que Alison sabe (no preguntes Oliver), supongo que saber esto te aliviará, pequeña.

Disculpen de antemano si no escribimos muy seguido, no sé cuándo alguno de nosotros se reporte, pero créanos es complicadísimo hacerlo, además que como lo mencioné antes, las cartas tardan mucho en llegar.

Les mando más abrazos y saludos más afectuoso que aquellos que Ringo les envió.

Con pasión: John.